Blog

Evalúate en cinco minutos. Test de Aúna.

1: ¿Te comparas todo el rato con los otros?

Es completamente normal compararse con el prójimo, el problema aparece cuando  baso mi auto-imagen en las continuas comparaciones con los demás, esto es un gran error que puede tener efectos devastadores para nuestra autoestima. Cuando basamos nuestro valor en los otros, creamos una autoimagen falsa y totalmente dependiente que genera frustración, envidia, competitividad, etc.

1.Utiliza el impulso de tu ego en compararse, para hacerlo, compararte contigo mismo/a, ¿estoy mejor o peor que ayer?  Y utiliza las respuestas como incentivo para tu crecimiento. Todo lo que observes fuera, que te provoque envidia, es una señal de tu brújula interna marcándote el camino, es decir, si te descubres comparándote con tu vecina porque tiene un trabajo mucho más gratificante que el tuyo, tu brújula te está indicando que es hora de progresar en lo laboral, así que, da las gracias al mensajero y ponte en marcha en la dirección indicada.

2: ¿Tienes activo el detector de culpables?

Cuando ponemos la responsabilidad de lo que nos sucede, fuera de nosotros, nos sentimos impotentes, justificamos nuestros males en los demás y por tanto, perdemos nuestra capacidad de actuar, esto, lógicamente merma nuestra autoestima.

2. Todo lo que te sucede fuera es un espejo de lo que te sucede dentro, si alguien me traiciona es porque en algún punto yo me estoy traicionando, si alguien me miente, es porque en algún asunto yo me estoy mintiendo, es decir, me responsabilizo de lo que me sucede y lo resuelvo dentro de mi.

3: ¿Te tragas lo que sientes?

Cuando prefieres callarte para no crear conflictos, te estas vendiendo, muy probablemente lo justifiques diciéndote que no es para tanto, que a ti no te importa, etc. Pero el hecho de que lo que tu sientes, no tiene importancia se graba en tu inconsciente haciendo que cada vez te valores menos.

3. Por el momento, los demás, no somos adivinos y por tanto, no podemos saber lo que sientes, es fundamental que expreses tus opiniones y sentimientos, eso sí, con asertividad, es decir, sin ofender, sin culpabilizar.

4: ¿Nadie te entiende?

Cuando te invade la sensación de que nadie te entiende, lo que realmente está sucediendo, lo he comprobado en muchos de mis clientes, es que eres tú, quien no se entiende, y si ni tú te entiendes es lógico que los demás tampoco.

4.Este problema surge cuando somos incapaces de verbalizar lo que queremos, cuando esto sucede nos agarramos a la típica frase: «yo me entiendo», pero es falso, y no pasa nada, pero verbalízalo: «no sé lo que quiero» y en cuanto lo hayas dicho se dispararan mecanismos dentro de ti, que te lleven a concretar lo que realmente quieres, una vez lo sepas, volverás a encontrar comprensión y apoyo en los demás.

5: ¿Te adelantas y tomas conclusiones por adelantado?

Cuando te pilles dando por hecho lo que va a decir o hacer el otro antes de que lo haga, es un síntoma de que estas en modo supervivencia, es decir a la defensiva.

5. Trata de no adelantar acontecimientos, permite que los demás se expresen hasta el final, te sorprenderá comprobar la cantidad de veces que nos equivocamos al adelantar nuestras conclusiones.

6: Blanco o Negro. ¿Existe el punto intermedio?

Todos a veces vemos el mundo en blanco o negro, es la respuesta natural de nuestro cerebro ante el estrés, es un mecanismo de supervivencia, pero mantenernos en un pensamiento tan polarizado hace que nos perdamos la parte más jugosa de la vida, los matices, las combinaciones, las mezclas, los tonos.

6. Cada vez que te pilles dictaminando, es bueno o es malo, es interesante o es aburrido, etc. Párate por un momento y juega a encontrar lo bueno dentro de lo malo, lo malo en lo bueno, lo aburrido dentro de lo interesante, etc. Y estarás llenando tu vida de matices, alternativas, posibilidades, estarás enriqueciendo tu vida.

7: ¿Todos te exprimen?

Esto sucede cuando no sabes poner límites y los demás aprovechan esta situación, tú lo sabes, pero te compensa el agradecimiento que te expresan, cuando hacemos esto, estamos mendigando cariño, si no me sacrifico por los demás, no valgo.

7. Ten claro que no vas a aprender a decir no, hasta que dejes de basar tu autoestima en que todo el mundo pueda contar contigo, nos da miedo que si no estamos tan disponibles, nos dejen de querer, escucha bien: ES FALSO!!!, lo que ocurre es justamente al contrario, si siempre estamos disponibles, se nos valora menos, sin embargo, si aprendemos a poner límites que nos permitan mantener y respetar un espacio personal, provocaremos admiración y respeto..

Eres lo más valioso que tienes.

 Tu visión del mundo parte de la visión de ti mismo/a,

Recuerda: tu capacidad de disfrutar de la vida es directamente proporcional

a tu capacidad de amarte.

Eva Trota Coach experta en autoestima

solicita una valoración personal gratuita:

hola@evatrota.com