Lecturas Puerta 1

MIEDO Y CORAJE

Según un cuento chino, un rey, famoso por su coraje y ecuanimidad, perdió casi todo su reino y hasta el último de sus soldados, como consecuencia de los violentos ataques y saqueos de las hordas bárbaras. No le quedaban más que dos servidores y su castillo era el último bastión que impedía a los conquistadores dominar sus territorios y esclavizar las aldeas diezmadas por el continuo acoso.
Y llegó el día en que se supo que los bárbaros avanzaban hacia las puertas de la ciudad con la intención de poner cerco al palacio. Se cuenta que esa noche, cuando llegaron las noticias del avance enemigo se vio el rostro del monarca marcado por el temor y la responsabilidad­, pero en ningún momento abatido por el miedo.
Al amanecer el rey ordenó a sus servidores que abrieran todas las puertas y ventanas, y acto seguido se instaló en una de las almenas a fin de observar la llegada de los invasores. Inmutable, les vio avanzar hasta la escalinata de palacio.
Pero su serenidad perturbó hondamente a los bárbaros. Éstos supusieron que les esperaba una trampa en su interior. En vez de poner cerco a aquel lugar, el jefe reunió a sus hombres y tocó a retirada.

El rey dijo entonces a sus servidores: -Ved, y no olvidéis nunca que, una misma emoción, el miedo, a ellos les ha impulsado a huir atemorizados y a nosotros nos ha motivado a permanecer en nuestro puesto, encontrando una respuesta creativa a tan atemorizante situación.

RECUERDA LA ÚNICA FORMA DE VENCER AL MIEDO, ES ENFRENTÁNDOTE A ÉL!!

EL DRAGÓN DEL MIEDO

“Debes hacer aquello que crees que no puedes hacer.”

ELEANOR ROOSEVELT


Os dejo con una fábula sobre el miedo:
“Dragón y caballero se miraron a los ojos y, aunque la intensidad de la mirada del monstruo era casi cegadora, el joven se mantuvo firme y lo desafió:
-¿Quién sois, quién sois? –gritó con toda la fuerza de sus pulmones.
-Soy un dragón, soy esa pesadilla que se oculta en tu alma y deberás vencerme para seguir adelante.
Desconcertado, el Joven Caballero sacudió la cabeza. No entendía aquellas palabras.
-Soy el Dragón del Miedo, aquel que cierra el paso a quien quiere crear su destino, aquel capaz de producir lo que se teme. He oído la llamada de tu voz interior. Vengo a destruir tu futuro, a hacerte perder todo aquello que puedes perder. He sentido tu miedo a perder, y estoy aquí para complacer ese deseo que tantos humanos albergáis sin saberlo: el miedo a perder… Cuanto más teméis, más fácil es mi trabajo.
Fue entonces cuando el Joven Caballero, mirando a los ojos del Dragón del Miedo, comprendió que, en realidad, era él quien alimentaba al dragón con su temor. Decidió dar un paso al frente y plantarle cara. De pronto, el dragón empezó a mutar, disminuyó de tamaño y empezó a perder aquella rabia demoledora.”
Más que vencer nuestros miedos, escuchémoslos y convenzámoslos. Siempre tienen algo importante que decirnos, pues nos hablan de nuestros anhelos más profundos.
Un texto de Alex Rovira.

Una fábula árabe muy corta sobre el miedo a lo desconocido

El miedo es una emoción necesaria, pero también puede paralizarnos y suponer un mayor peligro para nosotros que aquello que tanto nos asusta. ‘El rey y la peste’ es una fábula árabe muy corta que nos explica por qué debemos aprender a diferenciar entre el miedo que nos protege y aquel que nos hace daño.

Un rey árabe atravesaba el desierto cuando de pronto se encontró con la peste. El rey se extrañó de encontrarla en aquel lugar:

– Detente, peste, ¿a dónde vas tan deprisa?

– Voy a Bagdad- respondió entonces ella- Pienso llevarme unas cinco mil vidas con mi guadaña.

Unos días después, el rey volvió a encontrarse en el desierto con la peste, que regresaba de la ciudad. El rey estaba muy enfadado, y dijo a la peste:

 ¡Me mentiste! ¡Dijiste que te llevarías a cinco mil persona y murieron cincuenta mil!

– Yo no te mentí- dijo entonces la peste – Yo sesgué cinco mil vidas… y fue el miedo quien mató al resto.

 ‘El miedo puede ser más destructivo incluso que aquello que nos asusta’

La puerta negra

Había una vez en un país de las mil y una noches, un rey conocido por ser muy polémico con sus acciones.

Tomaba a los prisioneros de guerra y los conducía hacia una enorme sala. Los prisioneros eran colocados ordenadamente en largas filas y el rey gritaba diciéndoles:

–Les voy a dar una oportunidad, giren vuestras cabezas hacia la derecha y miren hacia el rincón de la sala.

Los soldados giraron la cabeza y vieron a un grupo de soldados armados todos ellos con arcos y flechas, preparados para llevar a cabo cualquier acción.

-¿Habéis tomado nota de lo que habéis visto? Bien, pues ahora, giren sus cabezas hacia la izquierda y observen lo que se encuentra en el rincón de la sala.- continuó diciendo el rey

Al girar la cabeza, los prisioneros observaron una dantesca puerta negra. En la puerta colgaban cráneos humanos a modo de decoración y el picaporte para abrir la puerta no parecía mucho más agradable al tratarse de la mano de un cadáver. 

icho esto, el rey se colocó en el centro de la sala y gritó a los soldados:

– Ahora os doy la oportunidad de que escojan, ¿qué es lo que ustedes quieren? ¿Eligen la zona derecha donde ustedes van a morir clavados por flechas o eligen la zona izquierda y abrir la puerta negra y dejarlos encerrados allí? Ahora en vuestra mano queda vuestra decisión, escojan.

Uno a uno, los soldados iban observando las dos posibilidades para poder tomar una decisión y la mayoría de ellos siguieron el mismo comportamiento: primero, antes de tomar la decisión de la muerte segura si escogían a los soldados, se acercaban a la horrible puerta negra, donde aquellos esqueletos, calaveras y lemas del tipo «viva la muerte», elegían morir atravesados por las fechas. «Una muerte rápida y segura, seguro que si elijo la puerta también voy a morir y a saber de qué forma, seguro que será una tortura»– decían

Así, uno tras otro, todos actuaban cual rebaño de ovejas. Miraban a la puerta y a los arqueros y pedía al rey morir atravesados por las fechas. 

Terminada la guerra y pasado el tiempo, uno de los arqueros que se encontraba barriendo la enorme sala vio cómo se acercaba el rey. El arquero con todo respeto y algo temeroso preguntó al rey: – «Sabes, gran rey, cada vez que usted da la oportunidad a los prisioneros, siempre nada en mi la misma curiosidad, no se enfade con la pregunta que le voy a formular, pero, ¿qué es lo que se esconde detrás de aquella puerta negra?»

El rey respondió con el semblante serio: «Si usted tiene esa duda, ve y abre esa puerta negra.»

El soldado, abrió con cautela la horrible puerta y sintió un rayo puro y enérgico de sol acariciar el suelo de la enorme sala. Abrió del todo la puerta y la luz y un agradable aroma a hierba recién cortada inundaron la sala. El soldado se acercó un poco más para observar el paisaje que se escondía tras la puerta y observó que en realidad la puerta era el umbral para comenzar a andar por un camino…. el camino hacia la libertad.

Todos tenemos una gran puerta negra dentro de nosotros, de nuestra mente. Para algunos, la puerta negra representa el miedo a lo desconocido, para otros representa a una persona difícil, o una frustración, miedo a cambiar o puede representar una traba imaginaria que ha nacido durante tu educación o crianza.

Tenemos que tener presente que si bien puedes perder, también puedes ganar. Da un paso más, atraviesa el umbral del miedo, abramos esa puerta negra y dejemos que el sol entre por completo en nuestra vida. Sintamos su calor y su energía y recorramos el camino hacia la libertad. No hagamos lo de los prisioneros, que por no arriesgar perdieron su libertad.

El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo.–Nelson Mandela

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