PUERTA 1

PUERTA 1

PUERTA DE LA SUPERVIVENCIA

Mecanismos de defensa

Esta puerta siempre está abierta porque la información que contiene es sobre  las conductas impulsivas de defensa y ataque, responsables de conservar la vida, controla las funciones básicas para la supervivencia, como la sensación de hambre, la respiración, en definitiva, las decisiones instintivas de “corre o lucha” para mantenernos fuera de peligro.

El problema aparece cuando mantenemos la luz de esta habitación encendida, es decir, cuando vivimos en un permanente estado defensivo.

Nuestro organismo tiene un sistema increíble de auto-regulación, auto- sanación, auto-rejuvenecimiento que se desactiva cuando nos sentimos en peligro, dando prioridad a otros mecanismos:

1º aumentar el flujo sanguíneo hacia los músculos, motivo por el que se retira de otras funciones, en ese momento secundarias.

2º proporcionar una aportación de energía extra al cuerpo, aumentando la presión sanguínea, el ritmo cardíaco y el azúcar en sangre.

3º prevenir una pérdida de sangre excesiva en caso de resultar herido, por lo que se potencia la función de coagulación.

4ºhacer al cuerpo lo más fuerte y rápido posible, para lo que se aumenta la tensión muscular.

Estos mecanismos de defensa son geniales cuando de verdad nos encontramos con un peligro inminente, el problema aparece cuando este estado permanece activado por un tiempo prolongado, porque, como veremos más adelante, el inconsciente no distingue entre lo real y lo imaginario y resulta que la sociedad en la que vivimos nos envía constantemente mensajes que nos hacen creer que si no alcanzamos el tipo de vida imaginario que nos vende, no podremos ser felices ni tener una vida plena, provocándonos frustración, impotencia, etc., pero no se queda ahí, también nos empuja a una competitividad implacable, esto, sumado a una vida en la que no nos permitimos espacios de reflexión, hace que vivamos en un estado de supervivencia continuo, reaccionando a la defensiva ante cualquier evento con el que nos encontremos, produciendo un desgaste físico, mental, emocional y por su puesto espiritual que nos lleva a una infelicidad y agotamiento permanente.

El instinto de supervivencia es un mecanismo que se activa con el miedo; miedo a morir, a que no me quieran, a no ser capaz, a no saber, etc.

Este miedo aparece cuando hemos perdido el sentido de pertenencia, el  sentido de la vida y la conexión con el entorno.

Un hecho real

A CONTINUACIÓN os voy a relatar una experiencia personal en la que logré hacer posible lo imposible, por supuesto en el momento que me sucedió fui totalmente inconsciente del proceso que activé, pero con el tiempo, los conocimientos y la experiencia que he ido integrando, he logrado poner una gran lupa en lo que me sucedió y desgranar paso a paso el proceso de despertar nuestro increíble poder de crear nuestra realidad, este trabajo, es tan útil para cualquiera que lo ponga en práctica, que quiero compartirlo contigo, te invito a hacer un viaje fabuloso yo diría mágico a lo largo del sendero que abre las puertas del lugar donde están todas las respuestas, todas las soluciones…

Así que invito a quien tenga a bien leer esta historia, me acompañe en el viaje interior que supone escudriñar porque nos pasa lo que nos pasa.

Mi fuente fundamental de aprendizaje ha sido la Naturaleza, observándola, sintiéndola, enfrentándome a ella, escuchándola, hablándole, he viajado por el mundo de montaña en montaña, de río en río, de sima en sima, pasando frío, calor, alegría, miedo, éxtasis, comunión, etc., y comprobando que los seres humanos tenemos siempre los mismos problemas seamos de donde seamos.

Un día logre un record, ser la primera española en descender a más de 1.000 metros de profundidad en una Sima, para ser exactos -1100 metros.

En espeleología, lograr esto se compara con subir una montaña de 8.000 metros, porque daos cuenta que en montaña, primero subes y luego bajas, pero en espeleología, primero bajas y luego, cuando ya estas agotada tienes que subir (prácticamente a pulso), además de muchas otras contingencias que el hecho de estar bajo tierra implica, como por ejemplo la imposibilidad de un rescate, ha habido casos de rotura de pierna o brazo, en que la persona ha tenido que ser escayolada en el interior de la cueva y pasar 20 días hasta su recuperación para poder salir por su propio pie.

Os iré contando mi experiencia a la vez que iremos dibujando el mapa de lo que en mi interior se desarrolló siendo la causa de lo que sucedió en lo exterior.

Mi historia se inicia en una época en que tenía una pandilla con la que me iba todos los fines de semana a hacer algún tipo de actividad en la naturaleza, caminatas, escalada, espeleología, kayak, etc., nos llevábamos el camping gas, poníamos la gasolina entre todos y nos íbamos, entonces un día nos enteramos de que en Málaga, habían descubierto una cueva que podría tener el record del mundo en longitud, la Sima G.E.S.M. llamada SIMA DE LA LUZ, es a día de hoy la cavidad más importante de Andalucía, no en vano llamada “el gigante del sur” por sus colosales dimensiones. La cavidad alcanza los 1.101 metros de desnivel y un desarrollo que no para de crecer superando actualmente los trece kilómetros y continúa. Cuando alcanzas los 1.074m de profundidad llegas a un sifón o lago, en ese sifón se introdujo un líquido coloreado que en paralelo se vio como llegaba a una cascada situada a muchos kilómetros de la entrada de la sima y que por lo tanto, si lográsemos explorarla en su totalidad lograríamos un record del mundo.

Y allá que nos fuimos, en nuestra primera incursión se nos asignó la tarea de ir bajando el material de espeleobuceo hasta la cota de -528m, fue una labor titánica, física pero sobre todo mental. Estando allí nos enteramos de que ninguna mujer española había bajado hasta los -1000 metros en una Sima.

Al poco de volver a Madrid descubrí que entre mis amigos habían hecho una especie de apuesta, ¿podría Eva bajar a -1.000 metros?, la mitad de mis amigos dijeron que si, que podría, la otra mitad que no, y entre los que dijeron que no, hubo uno que dijo: ¿Eva? a -1000 metros?, ni de coña…, ese uno, que se llama Ezequiel, era precisamente la persona a la que yo más admiraba, era el líder del grupo, porque siempre tenía soluciones y propuestas, el que se preocupaba por todos y  siempre estaba de buen humor, es decir, del que estaba enamorada.

Cuando me entere de su comentario, no pude sacármelo de la cabeza, veía hasta el más mínimo de sus gestos diciendo:

 – Eva, ni de coña es capaz de bajar a -1000…

Y en ese punto tome una decisión: al proyectar una y otra vez la imagen de Ezequiel repitiendo esa frase en mi cabeza, un montón de ideas se fueron recolocando como un puzle y una vez encajada la última pieza, una sonrisa afloro en mi cara y de mi boca surgió una decisión: Voy a bajar a -1000 metros, e inmediatamente apareció un objetivo en mi mente: la cara de asombro de Ezequiel diciendo ¿Qué Eva ha bajado a -mil?…

Hacia dentro

En la historia que os narro mi objetivo estaba claro:

  • Voy a bajar a -1000 metros

Ahora pondré la lupa para comprender que sucedió a partir de ese instante.

Iniciamos el viaje, este viaje es un viaje hacia dentro, para acceder a nuestro interior existen varias puertas que solo se abren a partir de un sincero y honesto deseo de auto-conocimiento, este viaje exige continuidad porque muchas veces hemos visitado lugares profundos de nuestro interior pero generalmente huimos enseguida por miedo a enfrentarnos a nuestra grandeza, tenemos tan interiorizado que lo bueno, lo importante, está fuera de nosotros, que asumir el poder personal nos resulta chocante, sobre todo, la responsabilidad que implica, nos espanta por un motivo tan sencillo como el hecho de quedarnos sin excusas, vivir establecido en la victima es muy cómodo pues nos convencemos de que no podemos hacer nada para cambiar nuestras circunstancias.

Veamos que me sucedió a mí. dentro de esta aventura que te narro:

En el exterior surgió un acontecimiento, en este caso un comentario peyorativo hacia mí de la persona que yo más admiraba, esto activó un miedo profundo en lo interior, “lo puedo perder…” y ante eso tenía dos opciones, rendirme o luchar, cada una de estas dos opciones tiene muchos caminos a seguir, yo elegí luchar y a mi entender luchar significaba demostrarle que yo era capaz de dicha hazaña, de manera inconsciente es decir mi ego colocó el miedo de la siguiente forma: me daba más miedo perder la atención de Ezequiel que morirme en la cueva.

El miedo

El miedo es una de las fuerzas más poderosas a nuestro alcance, pero siempre hay dos opciones o que mande el miedo o que mandes tú, que mandes tú, significa que tienes que usar conscientemente la fuerza del miedo a favor de tus objetivos.

En todas las ocasiones en que logras lo que te propones es porque consciente o inconscientemente pones el miedo a favor y a la inversa, si el miedo está colocado en contra de alcanzar tu deseo, nunca lo lograras, por ejemplo; te da miedo meterte en un ascensor porque te da claustrofobia y el día que decides atravesar tu miedo subiéndote en uno, lo que tu inconsciente hace es colocar el miedo en otro lugar, en este caso, que te dé más miedo pasarte la vida huyendo de los ascensores o lugares cerrados que dar el paso y enfrentarte a ello.

Es importante entender que cuando te propongas lograr algo, tu objetivo no debe involucrar a otras personas, si quieres encontrar un hombre con quien crear una relación de pareja, no debe ser nadie en concreto, ya que tú no puedes condicionar la vida de otro o si quieres un trabajo maravilloso, no puede ser en una empresa en concreto, por lo mismo, define al hombre, el trabajo, la casa, etc. Y permite que el Universo te traiga lo que ordenas sin ponerle condicionamientos.

Con lo visto hasta aquí ya podemos entender que yo partía de cometer dos grandes errores, uno, que deje que el miedo me lo colorara mi ego y dos, que mi objetivo tuviera relación directa con una persona en concreto. Mi objetivo era: reclamar la atención de otra persona.

Visualizar la cara de Ezequiel impresionado al enterarse de que yo había logrado bajar a -1000, tenía en mí, tanto poder, porque lo que yo quería, lo alcanzaría tras lograr salir de la cueva, es decir; es como cuando un karateca se propone partir una tabla de 4 cm y visualiza que rompe una de 8 cm, o sea, mi objetivo no era bajar la cueva sino lo que alcanzaría tras haberlo logrado, el karateca ve su mano por debajo del tablón roto antes de dar el golpe. De eso concluimos que cuando te propongas algo, pon el foco en lo que ese logro te aportara y no solo en alcanzarlo.

Mi deseo de bajar a -1000 era fruto del miedo, del miedo a que no me quisieran, de no estar a la altura, ese miedo me hizo entrar en modo supervivencia  encendiendo todas las luces de la habitación, esto en lo sutil, en mi interior, en lo exterior, me dio la fuerza que se activa cuando te crees en peligro, imagínate que estas agotado de toda una semana de trabajo intensivo y al fin llegas a casa y tienes muchas cosas por hacer pero te tumbas en el sillón y parece que no hay nada que te pueda mover de ahí pero de repente escuchas a un vecino gritar ¡fuego! El cansancio desaparece como por arte de magia y eres capaz de correr como nunca, esto lo he experimentado en muchas ocasiones pero recuerdo una especialmente:

Estaba con un grupo de amigos en Perú ascendiendo una montaña de 5.752 m, es una historia muy interesante en cuanto a que demuestra, una vez más lo que yo siempre digo: que el Universo tiene mucho humor…, en serio, cuando vas aprendiendo a leerte en lo que te ocurre, tomas consciencia de que el Universo además de su magnífico poder, tiene mucho humor, un humor a veces no muy fino que antes o después coloca todo en su lugar.

 Éramos un grupo de 6 amigos, veníamos de una expedición que había organizado yo, en Venezuela, donde hicimos un treking por el Pico Humboldt y Bolívar con unas 20 personas, decidimos que ya que estábamos cerca, continuar el viaje a Perú, pero ya con un grupo más reducido sin tantos problemas de logística y así lo hicimos, el objetivo era ascender el Pisco o Mataraju, una montaña de la Cordillera Blanca, que forma parte de los Andes Peruanos, el campo base Huaraz, La ciudad de Huaraz está en un valle del norte de Perú, situada a más de 3000 metros sobre el nivel del mar, gran parte de esta cordillera la abarca el Parque Nacional Huarascán, donde habitan los cóndores y jaguares andinos, y se encuentra la montaña más alta de Perú, el macizo Huarascán. 

El caso es que tanto yo como dos de estos amigos, aun éramos unos novatos en alta montaña, los otros tres tenían bastante experiencia en especial uno, Jorge, cuya profesión es precisamente guía de montaña, en un principio se negó a que nosotros tres, los novatos, nos uniéramos a la aventura y sus argumentos tenían sentido, decía que ya se pasaba todo el año teniendo que guiar a novatos y que en sus vacaciones quería ir con personas curtidas, la cuestión es que los otros dos con experiencia, dijeron que ellos lo que querían era disfrutar y que preferían que fuésemos todos hasta donde llegásemos, pero Jorge no supo aceptar los hechos, tal y como se presentaron, así que se enfurruño y nada más empezar la ascensión tiro a toda pastilla sin mirar atrás, mis dos compis novatos, como querían demostrarle que ellos eran capaces, siguieron sus pasos, los otros dos y yo, nos lo tomamos con calma, fuimos ascendiendo disfrutando del paisaje realmente espectacular y de la conversación, a las dos horas de iniciar Juan, uno de los que venia conmigo, empezó a sentirse mal, vómito y necesito ir más lento, eso nos rompió el ritmo y cuando llegamos a los 4.500m de altitud yo tenía un tremendo mal de altura, me dolía muchísimo la cabeza, vomite un montón de veces y cada paso era un tremendo esfuerzo, en este estado, pasito a pasito llegamos al refugio llamado “Perú” es un albergue de montaña situado en el campo morrena del nevado Pisco a 4765 m, convencidos de que los 3 compañeros nos estarían esperando allí, para nuestro desconcierto habían seguido ruta, sinceramente, nos cabreamos, nos había podido pasar de todo y sin embargo ellos tiraron, despreocupándose por completo de nosotros, en fin, encendimos la chimenea y nos disponíamos a descansar cuando escuchamos unos gritos, nos asomamos y vimos a Edu que venía corriendo hacia el refugio, lo primero que pensamos fue que éramos unos mal pensados que se habían ido a dar una vuelta pero no nos habían dejado solos, pero no; en cuanto recupero el resuello, Edu nos contó que al llegar al refugio tanto él cómo Javi, insistieron en esperarnos para comprobar que estábamos bien, pero Jorge se empeñó en seguir alegando: ellos sabían dónde se metían y ya son mayorcitos, así que continuaron, al llegar a una zona de grietas le sugirieron atarse entre sí como aconsejan las normas de seguridad pero él se negó y al remontar una loma ante el pasmo y terror de Javi y Edu, Jorge desapareció, al acercarse comprobaron que había caído en una grieta, no demasiado profunda, pero los bordes estaban llenos de sangre, tuvo la mala suerte de en la caída, clavarse el piolet en una ceja o tal vez buena suerte porque estuvo a milímetros de sacarse un ojo, de inmediato “los novatos” procedieron a montar un Polipasto que es un sistema de izado de pesos, una técnica que habían aprendido antes del viaje, y lograron sacarle, Edu nos siguió contando lo impresionante que fue verle la ceja abierta y caída sobre el ojo, sobreponiéndose, sacaron el botiquín, le limpiaron la herida y le cosieron con puntos de sutura, cuando Jorge se puso de pie, se tambaleo y tartamudeando empezó a decir que estaba bien y que seguían adelante, entonces, Edu y Javi se pusieron serios y le dijeron que ok pero que iban a reposar un ratito antes de seguir, así que Edu le dijo a Javi que le vigilara de cerca y él vino corriendo a buscarnos.

Como por arte de magia, el malestar y el cansancio se esfumaron, la adrenalina corría por nuestros cuerpos, rescatamos a nuestro compañero, cargamos con él y con su mochila hasta el hospital más cercano, cuestión que nos llevó una jornada completa, cuando experimentas el pasar de sentir que no puedes dar un paso más y un segundo después eres capaz de un esfuerzo tremendo, durante horas, es inevitable la pregunta ¿Cómo es posible? La primera conclusión es que contamos con una fortaleza infinitamente superior de lo que nos creemos y la segunda es que hay algo que la activa, el miedo, la siguiente pregunta es ¿cómo puedo acceder a ese potencial sin estar en modo supervivencia? Sigue leyendo…