Sitúate frente a la puerta de la Atención
Ponte cómodo, puedes hacer este ejercicio, sentado, tumbado o de pie, vamos a realizar seis respiraciones alternas, respiraremos por la nariz alternando las fosas nasales, iniciamos tapándonos la fosa nasal derecha e inspiramos por la izquierda, a continuación, nos tapamos la izquierda y expulsamos el aire por la derecha, inspiramos nuevamente por la derecha, tapamos la fosa derecha y exhalamos por la izquierda, tomamos aire por la izquierda, la tapamos y exhalamos por la derecha, estas cuatro respiraciones las repetimos seis veces por lo que serán 24 respiraciones en total.
al acabar las 24 respiraciones, con los ojos cerrados, retoma tu respiración natural observando tus sensaciones, ahora, visualízate en tu sala de pilotaje, luego, sitúate frente a la puerta de la Atención, ahora, como la vez anterior, imagina que de tus pies surgen unas raíces que poco a poco se van adentrando en la Tierra, estas raíces te conectan con la fortaleza y la seguridad de la Tierra, a través de estas raíces intercambias tus miedos, ansiedades, preocupaciones, agobios etc. que son energía densa que sirve de alimento a la Tierra, que la recicla, devolviéndote una energía refinada que te revitaliza, aportándote fuerza y seguridad, con estas sensaciones, entra en la habitación y enciende la luz, veras una pantalla grande de video en una de sus paredes, ponte frente a ella poco a poco se irán reproduciendo imágenes de cómo nos comunicamos con nosotros mismos y con el exterior, qué proyectamos y que nos decimos en nuestro fuero interno.
Cualquier comunicación de las que realizamos es una acción, una causa puesta en movimiento. Todas las comunicaciones tienen sus consecuencias sobre nosotros mismos y sobre los demás. El simple hecho de auto observar esa comunicación hace que pase del inconsciente a la conciencia, vamos a observar nuestra mente para descubrir cómo nos comunicamos.
El dialogo interno, es ese parloteo que mantenemos constantemente con nosotros mismos, juzgamos todo lo que nos sucede y nos lo contamos a través de pensamientos, la que habla es nuestra mente, con la que la mayoría nos identificamos, es decir, creemos que somos lo que pensamos, pero de la misma manera que utilizamos el ordenador como una herramienta que nos facilita la vida, así deberíamos utilizar nuestra mente, porque no somos nuestra mente, somos el que escucha a la mente, somos el observador, el testigo.
Observando esta pantalla tomaras conciencia de que tu atención sigue como un imán a los pensamientos por los que te dejas llevar, los pensamientos no se pueden parar lo que hemos de hacer es observarlos y dejarlos pasar, en el momento en que los juzgamos, los analizamos o nos enredamos con ellos de cualquier forma, ya nos atraparon, atraparon nuestra atención y gobiernan nuestra realidad.
Durante esta semana dedica todos los días 20 minutos a observar tus pensamientos sin dejarte atrapar por ellos, imagina que estas sentado en un banco frente a una calle y por esa calle pasan coches de todo tipo, unos te disgustan, otros te son indiferentes y otros te encantan, vas a entrenarte en que, sientas lo que sientas, los miras y los dejas pasar, pendiente de cuál será el siguiente que venga, esos coches representan a tus pensamientos, hay un mundo increíble en ese pequeño espacio entre pensamiento y pensamiento, es el mundo que nos abre al verdadero “yo” que hay en todos nosotros, con este entrenamiento, poco a poco iras adquiriendo el poder de focalizar tu atención tan solo en los pensamientos que te impulsen y dejaras ir a los que te bloquean y limitan, será entonces cuando veas iluminarse el puente hacia la puerta de la Atracción donde podrás descubrir que pensamientos atraen lo que tienes en tu vida y seleccionaras conscientemente .
Donde está tu atención, estás tú, tu atención esta donde están tus pensamientos y donde están tus pensamientos esta tu punto de atracción.
ESCUCHA TUS PENSAMIENTOS
PARAR Y OBSERVAR, observa tus pensamientos, Presta una atención especial a cualquier patrón de pensamiento repetitivo.
Esto es «observar al pensador». Cuando escuches el pensamiento, hazlo imparcialmente, no juzgues, ni condenes lo que oyes, porque eso significaría que otro pensamiento ha vuelto a entrar por la puerta de atrás.
Cuando escuchas tus pensamientos te das cuenta de que “el pensamiento está allí y yo estoy aquí”, observándolo.
Esta comprensión de tu propia presencia, no es un pensamiento, es una certeza. Así, cuando escuchas un pensamiento, no sólo eres consciente del pensamiento, sino también de ti mismo como testigo del pensamiento.
Ha hecho su aparición una nueva dimensión de conciencia.
Cuando consigues estar en el presente, abres una puerta, una puerta que se abre en el espacio existente entre pensamiento y pensamiento. al principio serán muy breves instantes, tal vez duren unos segundos, pero gradualmente se irán prolongando. Cuando sucede, sientes cierta quietud, paz y alegría dentro de ti. Es el principio del estado natural de sentirte conectado con tu Ser.
En este estado de conexión interna estás mucho más alerta, más despierto que en el estado de identificación mental. Estás plenamente presente. Y también se eleva la frecuencia vibratoria del campo energético que da vida al cuerpo físico.
Ahora dobla los papeles y mételos en algún recipiente, revuélvelos, cierra los ojos y elije uno, ese será tu punto de atención del día de mañana, y así cada día de la semana, lleva contigo a modo de recordatorio el papelito que te toque, durante todo el día habita tu cuerpo y enfócate en ese concepto, estate alerta, detecta cada pensamiento, sin analizarlo, explora esa capacidad de observarte.
El ego es inseguro, miedoso y cobarde, siempre encubre sus limitaciones
poniendo excusas y echando las culpas, necesita reconocimiento constante
Y reclama atención sin pausa. Esas serán nuestras pistas para detectar a
nuestro ego en el día de hoy, Pondremos toda nuestra atención a cada vez que nuestro ego tome el poder. Muy atento a cada vez que estés a la defensiva, tu ego necesita defenderse, tu no, cada vez que utilices el “yo”: yo he hecho, yo he dicho, yo soy, yo tengo, yo sé, etc.
Juicios
Estamos constantemente juzgando todo lo que nos sucede, eso nos ayuda a optar y decidir lo que creemos que es bueno para nosotros, cuando etiquetamos alguna situación, cosa o persona, le quitamos nuestra atención, damos por hecho un montón de juicios y cerramos el flujo de nuestra atención, perdiéndonos de ese modo las innumerables sorpresas que siempre existen en este momento. Etiquetamos lo que nos sucede para poder manejarlo, controlarlo. Hoy nuestra atención estará enfocada en descubrirnos juzgando y sentenciando, Es decir cada vez que pongas una etiqueta a lo que sucede.
Criticas:
Hoy nos centraremos en detectar cada vez que critiquemos, algo o a alguien, tanto si lo expresamos exteriormente como si solo lo pensamos.
Perdemos mucho tiempo y energía en analizar con detalle los defectos de los demás. Es un tiempo precioso que podríamos emplear en observarnos a nosotros mismos y combatir esos mismos defectos.
Presta atención a todas la veces que tu pensamiento tienda a criticar a alguien, sintetiza con una palabra la crítica en cuestión. Por la noche revisa con sinceridad y atención si has caído en lo que ha sido objeto de tu critica.
Por ejemplo, si reprochas a un amigo que habla mucho, toma conciencia de si te has excedido hablando o diciendo alguna inconveniencia.
QUEJAS:
Hoy nos centraremos en las quejas, las protestas, en cada vez que no estés de acuerdo con lo que está pasando, ¿De qué te quejas?, ¿cómo lo haces? Es desagradable escuchar una queja, aunque no tenga nada que ver con uno, las quejas significan un lamento y una culpabilización, en el fondo no es más que una inadaptación al presente, no es una solución, es una llamada de atención, una resistencia, una rabieta, detectemos cada vez que nuestros pensamientos tiendan a quejarse, de nosotros mismos o de nuestro entorno.
MIEDO:
Tratemos hoy de observar y detectar pensamientos que reflejen miedo, miedo a algo o alguien nuevo, a quedar mal, a hacer el ridículo, a ser mal interpretados, a decir algo, a que te digan o hagan algo, estate alerta a cada vez que tu pensamiento te ponga delante la peor situación y te haga actuar de determinada manera.
CULPAR:
Estamos constantemente culpando al mundo o a los demás de todo lo que no nos gusta, descúbrete señalando fuera, buscando fuera las causas de tu malestar.
CAPTAR LA ATENCIÓN
Hoy estaremos atentos a como captamos la atención de los demás.